La representación gráfica del mes de Diciembre en el calendario de Philocalus (del año 354 d.C.) evoca la fiesta de las Saturnales ya que nos muestra, entre otros motivos, una mesa de juego con dados y cubilete y en el margen lateral dice: "Ahora, esclavo doméstico, puedes echar una partidita con tu señor". Esto podía entenderse en sentido estrictamente literal. Sabemos que en las Saturnales el esclavo tenía licencia para "dar la vuelta a la tortilla" y decir a su señor verdades incómodas. El mundo quedaba patas arriba y podía ocurrir que los señores sirvieran a sus propios esclavos.
Las
Saturnalia
eran unas fiestas en honor a Saturno, en un principio, dios de la
agricultura y las cosechas. Con el tiempo fue equiparado a la divinidad
griega Crono, dios del tiempo.
Esta celebración duraba sólo un día,
el 17 de Diciembre, pero posteriormente se prolongó del 17
al 23 de mes citado..
Esta fiesta rememoraba la Edad de Oro de la Humanidad en la que Saturno
gobernaba y en la que no existían las diferencias sociales,
el sustento no se ganaba con el trabajo, reinaba la paz y siempre
había comida..
Al igual que se hace en nuestra era, el año se cerraba con
unas festividades de alegría, paz y felicidad, pues estas
conmemoraciones festejaban el fin del año y el comienzo de
otro nuevo..
Las celebraciones se abrían cortando la cinta
de lana que sujetaba al
dios durante todo el año para que no huyera de la ciudad. A
continuación, se celebraba un sacrificio
en su honor en el templo que tenía ubicado en el Foro y se
continuaba con un banquete
público al que
podía asistir todo el pueblo.
Para poder participar de las conmemoraciones, las actividades de la
ciudad se paralizaban. Se cerraban los comercios, las escuelas, los
tribunales, se otorgaba la libertad a los presos y se
suspendían las ejecuciones de los condenados a muerte.
Para que reinara la felicidad entre los ciudadanos se llevaban a cabo
sorteos de lotería y la gente deambulaba por la calle,
permitiéndoseles jugar y apostar en público. A su
vez, podían asistir en el anfiteatro a combates de
gladiadores.
El vino y las comidas abundantes caracterizaban a esta semana festiva..
La gente vestía con sus mejores galas para asistir a los
banquetes, dejaban de lado sus togas cotidianas para ataviarse con los
trajes festivos (synthesis)
.
Los esclavos coronaban sus cabezas con unos gorros llamados pileus,
símbolo de libertad.
En el núcleo familiar, las celebraciones eran más
relajadas, pues se intercambiaban regalos; a los hijos se les regalaban
muñecos de barro (sigilla)
y a los amigos velas (cerei).
Durante estos días las familias se reunían y
comían todas juntas, principalmente un dulce de miel y
frutos secos que llevaba un obsequio en su interior (haba
seca), el que lo encontraba
era coronado como princeps
Saturnalicius
y sus órdenes debían de ser cumplidas.
Como los esclavos formaban parte de la casa, también
disfrutaban de la festividad. Los esclavos eran liberados de sus tareas
cotidianas y se intercambiaban los roles sociales, pues los esclavos
eran servidos por sus amos, e incluso podían injuriarlos,
sin ser castigados. También se les permitía
desempeñar cargos del Estado.
Se sabe que en el segundo día de las Saturnalia se llevaba a
cabo un carnaval
que sería el preludio de nuestros carnavales.
La fiesta finalizaba el 23 de diciembre tras seis días de
banquetes, de regalos y de inversión del estatus social.