"Con incienso y con la lira y con el sacrificio debido de un ternero me es grato aplacar a los dioses protectores de Númida, que ahora, de regreso de la lejana Hesperia, sano y salvo, reparte a sus queridos compañeros innumerables besos[...] que este día sin tacha no se quede sin la señal de la creta, que no haya vacilación a la hora de sacar el ánfora ni descanso para los pies, a la manera de los Salios[...]”
XXXVI, 1-12
“Ya es momento de beber, ya es momento de golpear el suelo con ritmo sin cadenas. Ya era hora de poder adornar el lecho de los dioses con los manjares salios, compañeros”
XXXVII,1-4
23. Considero que ya hemos probado suficientemente que las Saturnales solían celebrarse en un sólo día, el decimocuarto día antes de las calendas, pero que después se prolongaron por espacio de tres días: en primer término debido a los días añadidos a este mes por César; en segundo, debido a un edicto de Augusto en el que añadió a las Saturnales fiestas por tres días. En consecuencia, iniciadas el día decimosexto, acaban el decimocuarto, único día en el que habitualmente antes se habían celebrado. 24. Mas añadida la celebración de las Sigilares se extendió la agitación pública y la felicidad de la celebración hasta el séptimo día.
2. Origen.
Praetextatus
(Macrobio Sat,
1.46-509) argumenta que su origen está en las estatuillas
que como ofrenda expiatoria se entregaban a Saturno, tras descartar la
explicación que hace a Hércules su creador.
46. Ahora he de pasar revista con pocas palabras a las Sigilares para que no pienses que he dicho que son más dignas de risa que sagradas. 47 Epicado, cuenta que Hércules, una vez muerto Gerión, conducía victorioso el ganado a través de Italia; desde un puente dispuesto para la ocasión que ahora se denomina Sublicio arrojó al río tantas estatuillas de hombres como el número de compañeros que había perdido en los azares del viaje, para que después que la corriente de agua llegara al mar, retornaran a las sedes paternas en lugar de los cuerpos de los difuntos. En lo sucesivo se mantuvo el hábito de realizar esas estatuillas en las ocasiones sagradas. 48. Ahora bien, considero que es más veraz aquel origen de este asunto que poco antes he referido: los pelasgos, después que una interpretación más propicia designó cabezas, no de personas vivas, sino de barro y que la traducción de phôta no sólo era hombre, sino también antorcha comenzaron a encender velas a Saturno y a llevar al santuario de Dite, que estaba junto al altar de Saturno, algunas figuritas en lugar de sus cabezas. 49 A partir de ahí se trasmitió que se intercambiaran velas en las Saturnales, que se modelasen en barro estatuillas y se dispusieran a la venta con las que los hombres hicieran un sacrificio propiciatorio a Saturno a favor de los suyos y de sí mismos en lugar de a Dite. 50. Por ello para las Saturnales la animación de tales comercios se prolonga siete días, lo que provoca que éstos sean ociosos, pero no todos solemnes.
3. Vinculación
con la infancia
En la conversación (op. cit.11.1) Evangelos dice que estas
fiestas eran propias de niños que andan a gatas. Pretende
que las Sigilares que ofrecen diversión con sus figuritas de
arcilla a la infancia que todavía gatea, sean adscritas a
una práctica religiosa.
La vinculación de esta fiesta con los regalos infantiles la
encontramos también en Séneca, Epistolas
a Lucilio, 12, 3
Soy yo, Felicio, tu pequeñuelo, tu favorito, a quien solías regalar estatuillas, soy el hijo de tu mayordomo Filostio.
y en Suetonio, Claudio V:
Su tío Tiberio le concedió, a petición suya, los ornamentos consulares, pero como instaba para obtener en seguida el consulado, le escribió por toda contestación: Te mando cuarenta piezas de oro para las Saturnales y Sigilarias
II. LOS REGALOS,
eran las estatuillas de arcilla o sigilla, que dan nombre al festival.
Por sigillum (diminutivo de signum) se hace referencia a toda
estatuilla de divinidades, hombres o animales y también al
material con fines religiosos, decorativos y funerarios que podemos
encontrar en los santuarios como exvotos o en las tumbas como ofrendas
a los difuntos cuyos ejemplares más celebres son los de
Tanagra.
Pero en estas fiestas no son los únicos regalos hay
además libros, vajillas, perfumes, alimentos, ropa y obras
de arte. Marcial, VII, LIII nos presenta muchos de los regalos de las
Saturnales, por ejemplo los que recibe de Umbro
Me enviaste en los Saturnales, Umbro, todos los regalos que te habían acumulado esos cinco días. Dos juegos de seis trípticos y siete mondadientes. A esto se añadió la compañía de una esponja, una servilleta, una copa, medio modio de habas, con un cestito de olivas del Piceno y una frasca de negro arrope de Laletania. Y junto con unas ciruelas pasas vinieron unos pequeños higos de Siria y una orza pesada debido a la cantidad de higos de Libia. Creo que escasamente costarían treinta sestercios todos los regalos que trajeron ocho hombretones sirios. ¡Cuánto más cómodamente pudo traerme sin ningún trabajo cinco libras de plata un esclavo!
En su libro XIV, Apophoreta, Marcial se centra en los regalos de
Saturnales, entre los que menciona cuatro figuras realizadas en arcilla
(una máscara, Hércules, jorobado y Bruto).
CLXXI,
Bruto
La gloria de tan pequeña estatuilla no es oscura; de ese niño, Bruto era el amante.
CLXXVI, Máscara
Soy, entretenimiento de un alfarero, la máscara de un pelirrojo bátavo. Esta cara de la que tú te burlas un niño la teme.
CLXXVIII, Hércules
Soy frágil; pero tú, te lo advierto, no desprecies la estatuilla. No le da vergüenza al Alcida de llevar mi nombre.
CLXXXII, Jorobado
Borracho dio a las tierras, pienso yo, estos monstruos Prometeo. Con el barro saturnalicio ha jugado hasta él.
Otro testimonio de los regalos de las saturnales leemos en Suetonio sobre Augusto,(Aug. 75) que hacía donaciones y subastas
LXXV. Celebraba las fiestas y solemnidades con gran magnificencia, pero a menudo no buscaba en ello más que ocasión de burlas. Así, en las Saturnales y en otras épocas, a elección suya, enviaba a sus amigos regalos, consistentes en vestidos, oro, plata, monedas procedentes de todas partes, antiguas piezas del tiempo de los reyes o de fabricación extranjera, telas groseras, esponjas, pinzas, tijeras y otros objetos del mismo género, con inscripciones obscuras y de doble sentido. En sus comidas hacía sortear lotes de valor muy desigual, o bien ponía en venta cuadros vueltos al revés, dependiendo del azar que se realizaran o frustraran las esperanzas del comprador. Para cada cuadro existía una licitación, y los convidados se comunicaban unos a otros su buena o mala fortuna.
Estos regalos de saturnales llegaron a ser tan caros que según Macrobio 1, 7, 33 un tribuno había presentado una ley por la que se prohibía hacer otros regalos que no fueran los cerei o sigillaria.
Muchos con ocasión de las Saturnales exigían por avaricia de sus clientes regalos exagerados y aquella carga gravaba a los más débiles, el tribuno de la plebe Publicio estableció que no se intercambiaran con los más ricos salvo velas.
III. EL MERCADO ESPECÍFICO, pues Sigillaria era también el nombre del barrio de Roma donde se fabricaban y vendían estas figuritas en el que habitaban también muchos libreros. Leemos en Aulo Gelio dos menciones a libros comprados en este barrio.
Noches
Áticas 2, 3, 5: Un día recuerdo que Fido Optato,
un gramático de mucho renombre en Roma, me mostró
unantiguo ejemplar del libro segundo de La Eneida, que había
comprado por veinte aureos en el barrio de las Sigilarias.
Noches
Áticas 5, 4, 1: Encontrándome un día
en una librería del barrio de las Sigilarias con uno de los
hombres más eruditos de nuestro tiempo, el poeta Julio
Paulo(...)
También se podían comprar otros objetos, como objetos artísticos de plata, vemos en Suetonio, Claudio 16, 4
Se advirtió también, entre otras singularidades de su censura, que hizo comprar y romper públicamente un carro de plata de maravilloso trabajo que habían puesto en venta cerca de las Sigilarias, y que en un solo día publicó veinte edictos, entre los cuales había uno que disponía embrear bien toneles atendiendo a que habría mucho vino aquel año; y otros que aconsejaba el jugo del tejo como eficaz remedio contra la mordedura de víbora.
Debía ser un lugar muy concurrido en estas fechas pues el sitio elegido por Nerón para pasearse con Sporo, con quien se había casado, según nos cuenta Suetonio Nero 28.2;
Vistió a este Sporo con el traje de las emperatrices, se hizo llevar con él en litera a las reuniones y mercados de Grecia y durante las fiestas sigilarias de Roma, besándole continuamente.
La ubicación exacta es desconocida pero se cree que debió ser in porticu Agrippiana y posteriormente in porticu Traianarum thermarum, por la mención que aparece en las Sátira VI de Juvenal:
En el mes del frío, cuando Jasón metido a mercader queda encerrado y la blanca tienda estorba a sus marineros armados, ella se lleva enormes vasos de cristal de roca, los mayores de ágata también y además un diamante celebérrimo y que le sale más caro por haber estado en el dedo de Berenice.
Según el comentario
a esta sátira parece que se montaba en el campo de Marte el
mercado callejero de las Sigillaria,
en el que los puestos y tiendas tapaban a la vista unas pinturas
murales del Pórtico de Agripa que representaban a
Jasón y los argonautas. La figura de Jasón
sobresaldría sobre las cabezas de los comerciantes como uno
más, y sus marineros, representados en actitud de marcha,
parecen estorbados por los tenderetes.
Así pues hay otro rasgo en común entre las
Saturnalia y nuestras fiestas de Navidad, los mercaditos en los que
puedes comprar desde una figurita para el belén , adornos de
decoración , libros o juguetes... un poco de todo.